jueves, 13 de octubre de 2016

La historia del tío Adauto

Adauto besa uno de los títulos de liga conseguidos con el Apia

Como cualquier niño de su edad, se encontraba un joven llamado Adauto jugando al balón en uno de los innumerables partidos que se organizaban en el Colegio de los hermanos de La Salle en Mieres. Nada hacía sospechar, a principios de los años cuarenta, que el chavalín que en la escuela se prodigaba como delantero, por un desgraciado balonazo que acabó con las gafas de un fraile hechas añicos, se convertiría en un guardameta de fama nacional en pocos años. Y es que el fraile, lejos de castigar al niño sin pelota, lo hizo colocándole como portero, en pos de alejarle del balón y procurar tranquilidad a sus repuestos lentes.

Es así como el joven Adauto comenzó como arquero del Unión de Mieres con apenas 13 años de edad. De ahí al Caudal. Y con apenas 18 años el Real Madrid, que por entonces entrenaba Quincoces y cuyas estrellas eran, entre otros, los Barinaga, Ipiña o Molowny, le reclamó como arquero.

Pese a que su llegada a la capital de España no fue fácil, pues se vio relegado al filial madridista (Plus Ultra por entonces), para la temporada 48/49, Keeping, técnico inglés del conjunto merengue, decidió brindarle una oportunidad. La empresa para el asturiano no era fácil pues el puesto en la portería lo ocupaba el alicantino Pepe Bañón, mítico portero madridista de la posguerra. Aun así Adauto debutó en Primera un 3 de ocubre del 48 con apenas 19 años. Fue ante el Atlético de Madrid, en Chamartín.

Nuestro protagonista gozaría de algunos encuentros más hasta final de temporada. Mas no se alió con él la suerte y en un partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Generalísimo, se lesionó y tuvo que ser sustituído a los 4 minutos de juego.

Al año siguiente, y tras la marcha de Bañón, Adauto siguió contando para Keeping, pero el fichaje de Juan Alonso, que se hizo con la portería blanca hasta final de la década de los 50 sin prácticamente dar alternativa a sus compañeros, truncó las aspiraciones del mierense. Tras apenas jugar tres partidos ligueros, decidieron que debía volver al Plus Ultra de cara a la temporada 50/51.

Sus buenas actuaciones y una titularidad indiscutible, hicieron que el uruguayo Scarone confiase en él para suplir a Alonso, pero tras dos temporadas prácticamente sin jugar, Adauto dejó el Real Madrid.

Su destino fue Galicia y su equipo el Celta. Un Celta en el que tuvo como entrenador a Ricardo Zamora y en el que no dio opición alguna a sus compañeros de portería durante la primera campaña que militó en el conjunto celeste.

Adauto en un despeje ante Di Stéfano
Adauto, vio como menguaban sus participaciones durante las siguientes temporadas, compartiendo con sus compañeros prácticamente la mitad de las mismas. Llegada la temporada 1955/56, se conocieron algunas discrepacias con el técnico celtiña Luis Urquiri, quién llegó a decir que solo Adauto había recibido más multas que todos sus compañeros juntos y que estaba viéndose obligado a elevar a otras instancias su comportamiento. Afortunadamente, el cancerbero asturiano se rehizo y renovó gracias al derecho de retención que tenía el Celta. Su situación la siguiente liga no cambió (apenas jugó 15 partidos) y retornó al Principado.

Recaló en la otra cuenca, para jugar en el Círculo Popular de La Felguera, donde se hizo dueño de la portería pero no pudo evitar el descenso a Tercera División. Coincidió además con algún ilustre ex del Sporting como Irureta o Molinucu. Con el descenso decidió colgar los guantes.

En 1961, en un viaje a Australia, conoció a su mujer, Wanda. Su hoy viuda, cuenta que el país le gustó tanto que tras conocerla, decidió quedarse allí. En la isla conoció a Bob Walker, chairman del Apia, uno de los equipos australianos del momento y le comentó su deseo de volver a la práctica del fútbol. En mayo de ese mismo año ya estaba de vuelta en los terrenos de juego con el segundo equipo del Apia.

Adauto en el partido ante el Everton
Puesto que el asturiano había formado parte de uno de los mejores equipos del mundo, y los que le vieron jugar destacan que era un guardameta completo y con tintes modernos para su época, llegó a ser convocado por la selección australiana para medirse al Everton en mayo de 1964. Pese a recibir cinco goles, Adauto fue uno los destacados del encuentro.

Tardaría aún en retirarse pero nada más colgar los guantes definitivamente  (en 1967) se puso al mando del propio Apia y ganó 3 títulos consecutivos de la protoliga australiana de entonces. Tras cosechar varios éxitos en su club en todos los niveles, también entrenó al Marconi. 

Adauto Iglesias, que era su primer apellido, falleció prematuramente, en 1991, a la edad de 62 años. Aún hoy es considerado como uno de los mejores futbolistas de la liga australiana que por entonces daba sus primeros pasos.

Por cierto, ¿os hemos comentado que Adauto, además de nacer en Mieres, cuna de grandes guardametas, no solo compartía apellido con los hermanos José Luis y Juan Carlos? Pues sí, Adauto Iglesias Fernández era tío materno del mejor portero de la historia del fútbol asturiano y, por gracias a unas gafas hechas pedazos, también su precursor.

1 comentario:

  1. Slot Game Finder (USA) - Mapyro
    Find slot game 순천 출장마사지 scores, news & 울산광역 출장샵 reviews at Mapyro. Game scores, news & reviews from 진주 출장안마 Mapyro, 전주 출장샵 a USA based directory of slot 시흥 출장샵 machine games.

    ResponderEliminar